Fosos comunes: España necesita otros Evanescence
Advertencia: Fosos comunes no es una sección que haya que tomarse muy en serio, aunque a veces hable de temas serios
Hace muy poco, una persona que conozco bien, publicaba esto en su perfil de Facebook:
Como veis, las reacciones, no son precisamente alegres, pero son pocas. Puede ser porque esta persona no es nadie, o por la poca aceptación/fama/loquesea que tiene el gótico en España. Me voy a quedar con lo segundo.
Porque seamos sinceros, más allá de los grupos góticos, o que fueron, o que están asociados al mismo, importantes, como The Cure, The Sisters of Mercy o Depeche Mode, este es un género que actualmente pasa sin pena ni gloria en nuestro país. Pero no siempre fue así.
Recuerdo una época en la que me dejaba los cuatro pelos que me salían en la cara para burlar los controles de seguridad, en la que nos concentrábamos en aquella esquina de Gran Vía (os animo a calcular mi edad sin mirar) para acabar repartiéndonos por los diferentes lugares “oscuros” de las proximidades. Que si me lee alguien que los conozca, eran todos una puta mierda, sucios, con cucarachas, con hasta tres baños, sabe dios para qué (bueno, sí) y en los que, y sé que esto parece imposible, se llegaba a acabar la cerveza.
A lo que iba, que me voy por las ramas. Esos que hoy llaman millennials, acudíamos en relativa masa a esos sitios, que fueron cerrando uno tras otro, y las responsables, por lo menos bajo mi experiencia, fueron dos bandas, HIM y Evanescence. Podéis criticarlas lo que queráis, a ellas, a su estilo, o a como llegaron a conseguir su estatus, me importa muy poco. El caso es que ellas sirvieron como trampolín para que muchos conociéramos un género maravilloso, bello, oscuro, tétrico, elegante… Y sí, los segundos de góticos tienen lo justo, pero yo firmaba porque surgiera otro grupo igual que ellos que pusiera de nuevo el gothic, en cualquiera de sus vertientes, en boca de todo el mundo, y así no tener que pensar en irme a París para disfrutar del directo de una de sus bandas principales.
Alejandro Sanz